¿SABES QUÉ ES LA PRESBIACUSIA?

El término puede parecer extraño pero, en realidad, hace referencia a un problema muy habitual en la población a partir de los 40 años. La presbiacusia es la pérdida de audición que tiene lugar de forma lenta progresiva y de la que el paciente puede no ser consciente. Es frecuente que  la familia advierta el problema antes que la persona afectada. La presbiacusia suele manifestarse de forma evidente a los 60-65 años. Hay personas que comienzan a padecerla de forma imperceptible a los 40 años, por predisposición genética.

La principal causa de la presbiacusia es la edad, pero existen otras causas. Las enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes mellitus y las cardiopatías, pueden provocar pérdida de audición. Así como  una exposición a ambientes ruidosos, traumatismos, factores hereditarios y el uso de algunos medicamentos que dañan el oído. A partir de los 50 años, se recomienda realizar un chequeo auditivo o test de audición para poder detectar la presbiacusia con tiempo suficiente y evitar que vaya a más.

Cómo se manifiesta la presbiacusia

Es muy común que, al principio de la manifestación de esta enfermedad, la persona afectada no se percate. Empezará, no obstante, a elevar el tono de la voz al hablar, a pedir que se le repita lo que se le está diciendo, a subir el volumen del televisor… Son señales que, a menudo, no pasan inadvertidas para quienes conviven con dicha persona. A medida que la presbiacusia avanza, el paciente se quejará de no oír bien o de que los demás no hablan lo suficientemente claro. La persona dirá que puede oír, pero sin entender lo que está oyendo (síndrome del “cocktail party”). También puede tener problemas para mantener conversaciones telefónicas, ya que no entenderá bien lo que se le dice. Estas dificultades suelen provocar irritabilidad en quien padece de presbiacusia, ya que obstaculizan la comunicación y crean limitaciones a nivel social. La persona afectada también puede verse limitada a nivel profesional o familiar y, como consecuencia de ello, generar cuadros de ansiedad o depresión. Otro problema añadido es que el riesgo de sufrir atropellos en la calle en mayor, ya que no escuchan el ruido de los coches.

Cuando  la pérdida de audición es evidente, lo más conveniente es acudir al médico de cabecera para que determine la causa. En algunos casos, la exploración mediante otoscopia detecta una infección, tapones de cerumen, inflamaciones o perforaciones.  Otras veces, se hace necesaria una audiometría para valorar el alcance de la afección.

¿Y en qué consiste el tratamiento de la presbiacusia?

El uso de un audífono adecuado, mejora notablemente la calidad de vida de las personas que sufren presbiacusia. Los audífonos son sistemas electrónicos que amplifican el sonido, dotados de alta tecnología y recubiertos por una carcasa plástica. A través de un software de programación, la amplificación de sonido del audífono es ajustada según a las necesidades específicas de cada paciente.

Los audífonos, generalmente, se componen de tres elementos: micrófono, amplificador y auricular. El micrófono recibe el sonido convirtiéndolo en señal eléctrica. La potencia de esta señal será aumentada por el amplificador y la enviará al auricular, convirtiendo de nuevo la señal en sonidos del habla que se transmiten a los oídos.

Hay distintos tipos de audífonos:

  • Audífono invisible dentro del canal: se trata de un audífono de alta generación que queda totalmente insertado en el interior del conducto auditivo, de forma invisible. Este tipo de audífono solamente se recomienda en casos de pérdida de audición leve o moderada.
  • Audífono completamente en el canal: se coloca en el interior del conducto auditivo y es poco visible. Fabricado a medida del canal auditivo del paciente. Recomendado para casos de pérdida de audición leve o moderada.
  • Audífono intracanal: De tamaño relativamente pequeño, son ideales para aprovechar las nuevas prestaciones de conectividad de los audífonos más sofisticados. Fáciles de manipular y recomendados para pérdidas de audición desde leve a moderadamente severa.
  • Audífono de concha o intraconcha : más grandes, se colocan en la cuenca del oído externo que se prolonga en el conducto auditivo. Colocación y manejo fácil para el paciente. Más visible que el resto.  
  • Retroauriculares: se colocan detrás y encima de la oreja. Ofrecen buenos resultados en el caso de pacientes con pérdidas de audición severa y profunda.
  • Rite: audífonos perfectos para pérdidas auditivas leves, donde la necesidad de no ocluir el canal auditivo es fundamental para evitar resonancias desagradables que dificultaban la adaptación. Estos audífonos se recomiendan en pérdidas de audición media y severa.

Otras recomendaciones para combatir la presbiacusia

Evitar la exposición a ruidos fuertes o utilizar protección, en caso de exponerse a ellos, es una precaución a seguir. Realizar controles si se padecen enfermedades crónicas que pueden desencadenar presbiacusia.

Es conveniente que las personas que convivan habitualmente con quienes sufren presbiacusia, hablen al afectado a velocidad normal. Se puede elevar ligeramente el tono pero sin exagerar los sonidos y mirándolo de frente, para permitir que lea los labios.

En todos los casos en los que se sospeche que se sufre de pérdida auditiva, lo más recomendable es acudir a un centro especializado como Audiotek y someterse a una revisión gratuita. A partir de ahí,  si el resultado lo hace necesario, se podrá contar con la solución más adecuada para cada paciente. Porque oír bien forma parte de una vida plena, tomemos conciencia de la importancia de cuidar nuestra audición.

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