Patologías del oído externo: Características, causas y tratamientos

El oído externo es la parte del oído que se encuentra visiblemente y está formada por el pabellón auricular, el conducto auditivo externo y el tímpano.

El pabellón auricular se refiere al área carnosa y externa del oído que ayuda a recolectar los sonidos y dirigirlos hacia el conducto auditivo externo. El conducto auditivo externo, por su parte, es un tubo que conecta el pabellón auricular con el tímpano y está recubierto de piel y contiene vellos y glándulas productoras de cera. Y, por último, el tímpano es una membrana delgada que separa el oído externo del oído medio.

Cuando hablamos, por tanto, de patologías del oído externo, nos referimos a afecciones que afectan a alguna de estas estructuras y que pueden ser causadas por infecciones, lesiones o factores ambientales.

Una de las características de estas enfermedades es que son capaces de aparecer en personas de todas las edades. Los síntomas más comunes incluyen dolor, enrojecimiento, hinchazón y supuración, de hecho, en algunos casos, las patologías del oído externo causan pérdida auditiva.

A continuación profundizaremos sobre algunas de las patologías del oído externo.

Patologías del oído externo

El oído externo se encarga de amplificar las ondas acústicas y dirigirlas al tímpano. Visible en parte a simple vista, esta parte del oído está compuesta de una aurícula y un canal auditivo externo, e incluye una serie de músculos, ligamentos, nervios y vasos sanguíneos.

Podemos decir, además, que esta zona oído es muy importante para la percepción del sonido, de hecho, está conformado por estructuras fundamentales para amplificar las ondas acústicas y dirigirlas hacia el tímpano.

Ahora, el oído externo puede estar sujeto a diversas patologías. Algunas de las más comunes son:

  • Otitis externa

La otitis externa es una infección del conducto auditivo externo. Es la patología del oído externo más común, y afecta principalmente a los nadadores o a las personas que usan audífonos y tapones para los oídos.

Las causas más comunes de la otitis externa son bacterias, virus y hongos. En cuanto a los síntomas de la otitis externa los más comunes son dolor, enrojecimiento, hinchazón, secreción y pérdida de audición.

El tratamiento de esta patología depende de la causa subyacente. Las infecciones bacterianas suelen tratarse con antibióticos. Las infecciones virales suelen tratarse con analgésicos y antiinflamatorios, mientras que las infecciones fúngicas suelen tratarse con antifúngicos tópicos.

  • Otomicosis

La otomicosis consiste una infección fúngica del conducto auditivo externo. Suele ser menos común que la otitis externa, sin embargo, resulta  más difícil de tratar. Sobre todo porque es causada por una variedad de hongos que se encuentran naturalmente en el medio ambiente, como la aspergillus niger, candida albicans, malassezia furfur y trichophyton rubrum.

Las personas pueden contraer otomicosis si entran en contacto con estos hongos y tienen alguna condición que comprometa la barrera cutánea del oído externo, como diabetes, inmunidad debilitada, cirugía o traumatismo del oído y otitis externa crónica.

Los síntomas de la otomicosis suponen dolor, enrojecimiento, hinchazón, secreción y pérdida de audición y, el tratamiento, generalmente consiste en el uso de antifúngicos tópicos u orales.

  • Forúnculo del conducto auditivo externo

Un forúnculo del conducto auditivo externo es una infección bacteriana de un folículo piloso del conducto auditivo externo. Se trata de una afección común que se presenta en personas de todas las edades, pero es más común en adultos jóvenes y hombres.

Los forúnculos del conducto auditivo externo son causados por una infección bacteriana. La bacteria más común que genera esta patología es Staphylococcus aureus, un microorganismo que puede entrar en el conducto auditivo externo a través de una pequeña herida o rasguño en la piel.

Algunos de los síntomas de un forúnculo del conducto auditivo externo engloban dolor, enrojecimiento, hinchazón y secreción. El tratamiento, por su parte, consiste en la aplicación de calor local y el uso de antibióticos tópicos. En casos graves, puede ser necesario drenar el forúnculo.

  • Pericondritis

La pericondritis se refiere a una infección grave en la capa de tejido que rodea el cartílago del oído externo y que a veces es capaz de causar la pérdida de la forma de la oreja.

Esta patología del oído externo puede ser causada por una variedad de factores como una infección causada por bacterias, hongos o virus; lesiones originadas por cortes o perforaciones, y enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis reumatoide.

Los síntomas más comunes de la pericondritis son dolor, enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en el oído. El tratamiento suele consistir en el uso de antibióticos y corticosteroides (para reducir la inflamación). En casos graves, de hecho, puede ser necesaria la cirugía para drenar la infección o eliminar el tejido muerto.

  • Otitis externa maligna

La otitis externa maligna, también conocida como otitis externa necrosante, se trata de una infección grave del oído externo que puede extenderse a los huesos del cráneo. Es una afección rara, pero puede ser mortal si no se trata adecuadamente.

Hablamos de una patología del oído externo que es causada por bacterias. La más común que es la Pseudomonas aeruginosa. Eso sí, las personas con un sistema inmunitario debilitado, diabetes o VIH, tienen un mayor riesgo de desarrollar otitis externa maligna.

Algunos de los síntomas de la otitis externa maligna son dolor intenso, fiebre, enrojecimiento, hinchazón y secreción. Por otro lado, el tratamiento requiere antibióticos intravenosos y, en casos graves, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para drenar la infección, incluso, reconstruir el oído.

Conclusiones

Las patologías del oído externo se desarrollan en personas de todas las edades. Hay quienes, sin embargo, presentan un mayor riesgo de desarrollar estas afecciones, como aquellas que practican deportes acuáticos, que usan tapones para los oídos con regularidad o que tienen un sistema inmunitario debilitado.

El tratamiento de las patologías del oído externo depende de la causa subyacente. Las infecciones suelen tratarse con antibióticos, mientras que las lesiones pueden requerir tratamiento quirúrgico y los factores ambientales tienden a demandar tratamiento médico o quirúrgico, según la causa específica.

Es importante que las personas con síntomas de patologías del oído externo consulten a un médico para recibir el tratamiento adecuado. El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir complicaciones.

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