La pérdida de audición y el riesgo de demencia: ¿están relacionadas?

Afortunadamente los estudios médicos no cesan, revelando hallazgos que nos permiten ganar en calidad de vida. Uno de estos estudios se expuso recientemente en el congreso sobre demencia “ResDem”, en Múnich. En este congreso, que convocó a 200 científicos de todo el mundo, se advirtió sobre el mayor riesgo de sufrir demencia por parte de personas con problemas de audición al alcanzar una edad avanzada

El médico psiquiatra Robert Perneczky, uno de los ponentes, y director de un importante centro de terapia e investigación de Alzheimer, comentó la evidencia de que “el uso de audífonos puede ser un método eficaz para mejorar la capacidad mental y en algunos casos, reducir el riesgo de demencia”. 

No obstante, el doctor Perneczky puntualizó que las personas que nacen con pérdida severa de audición o la tienen desde temprana edad, no presentan en general mayor riesgo de padecer demencia que el resto. Parece ser que este riesgo afecta principalmente a personas con edades comprendidas entre los 45 y 65 años que presentan pérdida auditiva.

Este descubrimiento en realidad no es nuevo. Hace ya algunos años la Sociedad Alemana de Alzheimer publicó un estudio que evidenciaba cómo la falta de estímulos acústicos puede favorecer el desarrollo de la demencia o acelerar su progresión, a partir de la mediana edad.

El uso de audífonos y su efecto preventivo de la demencia

Los hallazgos que relacionan la pérdida auditiva con la demencia, presentan al mismo tiempo más posibilidades para hacer frente al Alzheimer.  Durante el citado congreso sobre la demencia, el doctor Perneczky destacó la conveniencia del uso de audífonos como medio preventivo en este sentido. Por supuesto, será el profesional audioprotesista quien, después de realizar al paciente una audiometría, determinará si es necesario el uso de audífonos. 

Pero a la luz del resultado de las investigaciones comentadas, cobra especial importancia descartar posibles pérdidas de audición gracias a las audiometrías gratuitas, como las que realizamos en Audiotek. Y en el caso de que la prueba evidencie que es necesario el uso de audífonos, es muy importante utilizarlos tal y como recomiende el audioprotesista. 

Hay que romper una lanza a favor del uso de audífonos sin ningún tipo de pudor, ya que en la actualidad existen modelos de audífonos muy discretos, cómodos y con unos avances tecnológicos sorprendentes. Además, el uso de audífonos no está necesariamente relacionado la edad avanzada, ya que personas de todas las edades, incluyendo niños, pueden ser usuarios de audífonos. 

Obviamente, la principal función del audífono es amplificar y modificar las señales sonoras para permitir la audición. Como resultado, además de la mejora en la comunicación,  hay otras consecuencias lógicas derivadas que son muy positivas. La persona que oye mejor puede interactuar con más facilidad a nivel social, sintiéndose más segura, confiada e integrada, lo cual redunda en una sana autoestima y vida plena. 

Por ende, y ya que un 36% de casos de riesgo de demencia o Alzheimer se asocian a pérdida de audición en personas mayores de 60 años, detectar y tratar a tiempo la pérdida auditiva con el uso de audífonos si así lo determina el audiólogo, es fundamental. 

En la actualidad, y en base a todas estas evidencias, continúan realizándose estudios sobre el retraso o prevención de la demencia que pueden conseguirse con el uso de audífonos. Por el momento, todo apunta a que el esfuerzo continuado que debe realizar el cerebro para decodificar los sonidos cuando hay déficit de audición, puede acabar provocando cierta saturación. Esto supone que con el tiempo el cerebro se vuelve más vulnerable a padecer alguna forma de demencia. Y lo que ya ha quedado ampliamente demostrado es que si una persona padece Alzheimer, la pérdida de audición agrava todavía más su enfermedad.

La mejor inversión para el futuro: la prevención

El poco tiempo que se requiere invertir en una revisión periódica de la audición, puede evitar muchos problemas futuros. La audiometría gratuita, además de ser una prueba sencilla, es totalmente segura e  indolora, y puede realizarse en un centro auditivo como Audiotek, que cuenta con profesionales audioprotesistas especializados. 

A partir de los 45 años de edad, los expertos recomiendan realizarse al menos una audiometría anual. No obstante, existen profesiones de riesgo que pueden provocar pérdida auditiva a cualquier edad, y son aquellas en las que se trabaja en ambientes con muchos agentes sonoros. En estos casos, es conveniente realizarse audiometrías con la frecuencia que determine el audiólogo.

Hay que tener en cuenta que la pérdida de audición se desarrolla paulatinamente, lo que provoca que no siempre sea fácil de detectar. Esto ocurre porque el cerebro trata de “compensar” de alguna forma las variaciones que puede presentar el grado de audición, por lo que solamente una audiometría es capaz de detectar deficiencias auditivas que para la persona afectada pueden pasar desapercibidas

Tanto si se sospecha la pérdida de audición, como si ya ha sido diagnosticada, hay que aprovechar las ventajas que ofrecen los avances de la actualidad, a nivel preventivo y también paliativo. Las audiometrías periódicas y el uso de audífonos personalizados, contribuyen a conseguir la calidad de vida a la que todos aspiramos, y ambas cosas ya están al alcance de todos. 

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