Son numerosas las familias en las que hay algún miembro con hipoacusia o pérdida auditiva. En un alto porcentaje de los casos, se trata de personas entre los 65 y 75 años de edad, pero la hipoacusia puede darse a cualquier edad. Cuando un ser querido tiene hipoacusia, necesita ayuda para disfrutar de una vida mejor, aquella en la que su pérdida de audición no le suponga obstáculos que le impidan llevar una existencia plena.
El primer paso es que la persona acepte su pérdida auditiva, algo que puede ser muy difícil y es posible que la ignore durante bastante tiempo. No es extraño que la persona con hipoacusia la considere como algo embarazoso que prefiere esconder, por lo que a sus familiares o amigos no les resultará fácil ayudarla.
Pero la realidad es que los problemas de audición influyen mucho en la calidad de vida y no solamente afectan a las personas con hipoacusia sino a quienes les rodean. Esto significa que cuanto antes se tomen medidas para paliar el problema, será mucho mejor para todos.
Detectando las señales
Una de las primeras medidas a adoptar en caso de posible hipoacusia, es saber detectar los signos tempranos que la delatan. Téngase en cuenta que la pérdida de audición suele producirse de forma progresiva, y no es extraño que quiénes rodean a la persona afectada, se percaten antes que ella misma del problema.
Los signos incipientes que señalan pérdida auditiva en una persona son los siguientes:
- Hay que hablarle cada vez más alto para que nos oiga.
- Tenemos la sensación de que se pierde parte de la conversación.
- Escucha el televisor a un volumen demasiado elevado.
- Tiene que esforzarse para mantener una conversación cuando hay ruido de fondo.
Paralelamente, la persona con posible pérdida auditiva, debería plantearse las siguiente preguntas:
- ¿Tengo que pedir con frecuencia que me repitan las cosas porque parece que a mi alrededor la gente no habla con claridad?
- ¿Me cuesta seguir una conversación en un restaurante, cafetería o lugar ruidoso?
- ¿Soy capaz de oír cuando alguien me habla desde otra habitación?
- ¿Ya no percibo sonidos de la naturaleza como el canto de los pájaros o el sonido de la lluvia?
Si en todos los casos la respuesta es afirmativa, es más que probable que la persona padezca de hipoacusia. El paso siguiente será realizarse una prueba de audición o audiometría para determinar la causa y el grado de la pérdida de audición. En todos los casos, el diagnóstico del audioprotesista será esencial y marcará la mejor línea a seguir, pudiendo ser diferente dependiendo de la persona y sus circunstancias.
Hay pérdidas auditivas que son repentinas como consecuencia de una explosión, una lesión o el efecto secundario de una medicación. Pero, en la mayoría de los casos, se trata de un proceso lento y progresivo, por lo que conviene estar atentos y en caso de sospecha, realizar de inmediato una audiometría.
Tomando medidas desde la comprensión
El factor tiempo es esencial para tratar la pérdida de audición, y cuanto más se demore la toma de soluciones, más puede agravarse el problema. Por lo tanto, y aún siendo difícil que el ser querido que nos preocupa se deje ayudar en este sentido, no hay que dejar de insistir, siempre desde la sensibilidad y la comprensión. Hay que ser constante, pero de forma que la persona no se sienta abrumada en ese sentido, sino que perciba que nos preocupa su bienestar y felicidad. Procurar que la persona entienda que una mejor audición la encaminará a una vida social más agradable y satisfactoria.
También puede resultar de ayuda explicarle lo sencilla y eficaz que es una audiometría, prueba rápida e indolora que la sacará de dudas. Y en el caso de que a la persona le preocupe el uso de audifonos, conviene que sepa que en la actualidad son muy diferentes a los del pasado, mucho más cómodos, potentes y discretos. Incluso existen los llamados “audifonos invisibles”, que prácticamente ni se ven.
Si la persona con pérdida auditiva comprende que no está sola, que hay quien la comprende, se preocupa por su bienestar y le aconseja lo mejor, será más fácil que acuda directamente a un profesional de la audición. En Audiotek la estamos esperando, y la seguiremos acompañando en todo lo que necesite desde la confianza y la profesionalidad.

“Audioprótesis”, hace ya 25 años que escuché por primera vez esta palabra. Profesión que se acercó a mí por un cúmulo de casualidades. Veinticinco años disfrutando de esta profesión que ha influido en mi personalidad, y que humilde y honestamente intento devolverle todo lo bueno que me ha aportado. Con seriedad, rigor, cercanía y profesionalidad, de la mano de mi amigo Julio Martín cristalizó nuestro proyecto AUDIOTEK, nuestra ilusión.