CÓMO LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS AFECTAN EL OÍDO

En la actualidad, en todo el mundo, unos 466 millones de personas, 432 millones de adultos y 34 millones de niños, padecen problemas de salud auditiva graves. Es una cifra que contrasta sensiblemente con los datos del 2010. Tan solo 360 millones de personas sufrían una pérdida auditiva incapacitante.

En un comunicado reciente, la Organización Mundial de la Salud, alerta de que la situación va a ser aún más preocupante. La Agencia de Salud de la ONU estima que para el año 2050, la cifra de población con problemas de salud auditiva importantes, rondará los 900 millones. El problema de fondo se encuentra en la adicción de los millenials a las nuevas tecnologías y sus hábitos de uso, poco seguros y saludables.

Los millenials y las nuevas tecnologías

Los millenials, son la generación nacida entre mediados de los 80′ y mediados de los 90′. Llamados peyorativamente como la “generación selfie” o la “generación smarthpone”, es un simple reflejo de parte de su identidad y de la incomprensión que reflejan. Son la generación de jóvenes adultos más diversa. Pero comparten algunos elementos.

Uno de ellos, que son la generación más conectada, cuya buena parte de su forma de vida, se establece alrededor de las nuevas tecnologías. Son la generación digital e hiperconectada. Pero una de sus mismas ventajas, su inmersión tecnológica, se está convirtiendo en uno de sus principales problemas.

Tal como comentábamos, la OMS ha previsto que, debido a los hábitos poco saludables de los millenials, en 2050 el número de personas con hipoacusia se doblará en los próximos 30 años. Pero su predicción es aún más alarmante. Según los expertos, los jóvenes de hoy, cuando cumplan 50 años, tendrán la salud auditiva de un anciano de 80 años.

Las causas de esta debacle son evidentes: escuchar música a volúmenes demasiado altos, volumen elevado del sonido de las videoconsolas, no usar tapones auditivos en festivales y conciertos. Según la OMS, el tope de decibelios máximo recomendable es de 55db. Sin embargo,, el uso indebido que los millenials hacen de las nuevas tecnologías, los someten a umbrales superiores constantemente.

 

Un uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías

Los expertos están preocupados porque 1.000 millones de jóvenes están poniendo en riesgo su salud auditiva cada día. Pero la OMS, ya está instando a fabricantes y reguladores internacionales a garantizar que, tanto los smartphones como otros reproductores de audio, incorporen un software que asegure que los usuarios no puedan escuchar la música alta durante demasiado tiempo.

Lo que proponen los expertos es que “se implanten ciertas características, como la reducción automática del volumen y el control paterno del volumen, para que cuando alguien supere su límite de sonido, tenga la opción de que el dispositivo reduzca automáticamente ese volumen a un nivel que no dañe sus oídos”.

Las directrices de la OMS también proponen el uso de tecnología para generar perfiles de oyentes individualizados, mediante el monitoreo de la cantidad de personas que usan sus dispositivos de audio y luego les hace saber qué tan seguro o no ha sido el nivel de volumen que han escuchado. La idea es aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías en beneficio de la salud auditiva de los usuarios.

Por otro lado, la OMS también está analizando los niveles de sonido en clubes nocturnos y estadios deportivos. Un portavoz de la entidad explica que “en lo que estamos trabajando ahora en la OMS, es en desarrollar ese tipo de marco regulatorio sobre los diferentes lugares, como restaurantes, bares, conciertos, incluso clases de acondicionamiento físico que, a menudo, nos someten a largas exposiciones en niveles muy altos de sonido.

 

Qué es la salud auditiva y por qué es tan importante para los jóvenes

La saluda Auditiva es la capacidad efectiva y sana para oír. Ligada, por lo tanto, a la función de comunicarnos a través del lenguaje. Inmersos en nuestra realidad, en nuestra sociedad, vivimos rodeados de ruido y sonidos intensos.

A lo largo de la historia, cada generación ha lidiado con casos de diversa índole relacionados con la sordera. Pero es, ahora, cuando la situación se está volviendo realmente alarmante. El simple uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías podría remediarlo.