Cómo influye la dieta en la pérdida auditiva

Que nuestra salud depende de la alimentación que llevamos,  no es nada nuevo.  Pero aún así hay personas que todavía se sorprenden cuando se relaciona directamente la audición con la dieta: estudios médicos demuestran que algunos alimentos refuerzan el sistema auditivo. Y teniendo en cuenta que el factor prevención es esencial en la audición, merece la pena seguir una dieta equilibrada en la que no falten los nutrientes que pueden prevenir o retrasar la hipoacusia.

La carencia de algunas  vitaminas en la dieta puede provocar alteraciones como infecciones de oído, y no solo en niños sino también en adultos.  Pero a medida que pasa el tiempo, estos déficits vitamínicos pueden propiciar otras enfermedades más graves en el oído. Vamos a ver qué dieta puede ayudarnos a prevenirlas.

Alimentos que ayudan  a prevenir la hipoacusia

Antes que nada conviene aclarar que los alimentos que benefician la audición, en ningún caso eliminarán la hipoacusia una vez se haya producido,  siendo necesario el uso de audífonos en muchos casos. Pero sí es cierto que seguir cierta alimentación, acompañada de ciertos consejos para cuidar el oído, pueden prevenir futuros problemas de audición. 

A día de hoy son numerosos los estudios médicos realizados para determinar la influencia de ciertos nutrientes sobre la audición. Uno de los más populares es el realizado por el doctor Joe McDermott, especialista en audiología.

 En su estudio demostró que las personas que consumen de dos a más porciones por semana de pescado azul,  tiene un 42% de probabilidades de desarrollar presbiacusia o sordera por envejecimiento, comparativamente con quienes no consumen pescado azul normalmente.  Esto es debido al Omega 3 presente en pescados como el salmón, el atún, la caballa, y la sardina, aunque también se puede consumir Omega 3 modo de complementos alimenticios  en el caso de que a la persona no le guste el pescado. Y también hay otros alimentos que contienen estos ácidos grasos, vamos a ver cuáles son:

  • Ácidos grasos Omega-3: además de estar presentes en el pescado azul, los encontraremos en otros alimentos como  el aceite de canola, las nueces u otros enriquecidos con estos ácidos,  como algunas marcas de leche o los huevos. Los ácidos grasos omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias y fortalecen los vasos sanguíneos del oído interno. 
  • El ácido fólico (Vitamina B):  presente en los cereales, especialmente integrales, y legumbres en general, como las lentejas y los garbanzos. El ácido fólico ayuda a nuestro cuerpo a producir células nuevas en la sangre y previene problemas en el sistema nervioso. También tiene un efecto fortalecedor de  la salud auditiva, entre otros beneficios.
  • La Vitamina C: la encontraremos en las verduras de hoja verde (brócoli, col en todas sus variedades, acelgas, espinacas…) y en frutas como los  cítricos, kiwis y fresas. También en hortalizas como el tomate y los pimientos. La vitamina C combate las infecciones en general, como los resfriados, y protege la salud de nuestros oídos.
  • La Vitamina A: la contienen las verduras de hoja verde (espinacas, lechuga romana) y hortalizas como pimiento rojo,  pimentón, calabaza, zanahoria y boniato. También el  mango es rico en esta vitamina. 
  • Vitamina E: la encontraremos en frutos secos como nueces y almendras, en los aguacates y en las acelgas. Sus propiedades antioxidantes favorecen que nuestro cuerpo elimine las toxinas sobrantes. También impulsa la fabricación de los glóbulos blancos de nuestro sistema inmunitario. Está  demostrada su eficacia para prevenir la pérdida auditiva relacionada con la edad. 
  • El Zinc: mineral presente en crustáceos como ostras y cangrejos, también en el chocolate negro, el arroz integral y las ciruelas. Protege al organismo de las infecciones  y retarda la aparición de pérdida auditiva. También previene ciertos trastornos en la piel, como el acné, y trastornos del aparato reproductor.
  • El magnesio: está en el maíz blanco, arroz integral, frutos secos, chocolate negro y caracoles. Este mineral es muy importante, ya que  participa en más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo. Regula la función de los músculos, sistema nervioso, azúcar en sangre y presión arterial. También previene los problemas de audición, ayuda a la formación de proteínas y mantiene los huesos fuertes. 

Además de incorporar de forma regular y equilibrada estos alimentos a nuestra dieta, no  hay que olvidar otras  medidas preventivas de nuestra salud auditiva, como evitar la exposición prolongada a los ruidos fuertes, y hacernos una audiometría al menos una vez al año. Centros auditivos con audioprotesistas especializados, como los de Audiotek en Barcelona o Audífonos Cues en Barakaldo, son otra pieza clave para el cuidado de la salud auditiva. Porque detectar un problema a tiempo es la forma más eficaz de impedir que vaya a más, así como de encontrar los medios más adecuados para poder subsanarlo con ayuda de los profesionales. 

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